Seguramente estarás llen@ de dudas e inquietudes acerca de la terapia.
Te propongo algunas sugerencias de las preguntas más comunes
y las respuestas que te ayuden a entender.
Para cualquier otra cuestión, estoy a tu disposición.
La psicoterapia ayuda a afrontar las circunstancias de tu vida de modo más ágil y y de manera más satisfactoria. Cuando aparecen los patrones de pensamiento y/o comportamiento que te resultan molestos, incómodos o que no son funcionales, te impiden sentirte bien y este malestar lo llevas contigo, ya que aunque cambies de entorno, tu visión la llevas contigo. A través del diálogo y la colaboración, de manera objetiva, neutral e imparcial seré tu apoyo para identificar qué te ocurre y de qué manera podemos mejorarlo.
La percepción del malestar, de duda o inquietud es siempre individual, igual que sus grados y límites. Algunas personas deciden iniciar la terapia cuando perciben que han agotado sus propios recursos de afrontamiento, o éstos no han sido utiles. Si optas por un acompañamiento profesional en cuanto identifiques que algo no esta yendo como deseas, o siemplemente quieres que vaya mejor, no te sentiras solo en el proceso de cambio. No esperes a que vaya peor o que las cosas se arreglen por sí solas. Empieza cuanto antes.
Estudios recientes sobre la eficacia de la psicoterapia indican un índice de eficacia muy similar. De mayor importancia, aparte de la modalidad elegida, que influye en la consecución del objetivo, es el propio terapeuta, su personalidad, su forma de relacionarse.
La psicoterapia integrativa permite integrar los elementos de distintas corrientes, técnicas, herramientas y enfoques, de forma que se ajusten mas a tu perspectiva y tus necesidades.
Hay tantas definiciones de “curar” como personas y malestares. Sería como decir que la medicina o los medicamentos curan o no curan. Unos curan más, otros menos, otros ayudan, otros equilibran. La psicoterapia no es magia. Trabajando desde el principio de realidad, consistencia y perseverancia, esta implicación permite alcanzar objetivos que antes sólo estaban presentes en términos de deseos.
Normalmente, el tiempo necesario para alcanzar un objetivo definido conjuntamente y cuando tú mismo sientas que ya es suficiente. La duración de la psicoterapia depende de varios factores: el tipo de problema, tus características y antecedentes, tu motivación, qué ocurre en la vida y más allá de la psicoterapia, etc. Algunas personas continúan las sesiones de psicoterapia, incluso después de resolver los problemas que las llevaron inicialmente a buscar tratamiento. Esto se debe a que siguen disfrutando de una mejor comprensión de la vida, un mayor bienestar, y funcionan mejor.
Más que normal o no, es totalmente natural. Creo que más que nada resulta incómodo/a manifestar estar sentimientos. Verbalizarlos, expresar tus preocupaciones es un gran paso adelante en sí mismo, es una señal de que hay algo que te inquieta. Y este paso requiere de valentía.
Dicho temor nace desde la convicción de los estigmas o mitos que poco tienen que ver con lo que realmente ocurre en terapia. La terapia es tu espacio de confianza, no hay juicios ni verdictos, pero sí hay resolución.
La psicoterapia a menudo es llamada “terapia de diálogo” y eso es lo que precisamente estaremos haciendo. Será un tiempo exclusivo para tí. Entablaremos una conversación amable sobre lo que a tí te inquieta, descubriremos nuevos caminos para solucionar lo que deseas modificar. Trazaremos un plan de acción con la nueva sensación de esperanza.
Tu bienestar, tu intimidad y tu privacidad es mi prioridad, por eso te garantizo de que, salvo casos muy extremos todo lo que ocurre en la sesión es estrictamente confidencial. Siguiendo rigurosamente la Ley Orgánica de Protección de Datos y la ética profesional nadie sabrá ni tan siquiera de que te has puesto en contacto conmigo.
Porque es un servicio altamente especializado. Requiere años de formación, psicoterapia individual y supervisión constante. Se trata de encontrar soluciones, de mejorar la calidad de tu vida. Una terapia bien llevada tiene como resultado un cambio en la forma de pensar, de sentir, de establecer relaciones con uno mismo y con los demás. Tu psicoterapia es como un traje hecho a tu medida.
Terminar una relación, también en psicoterapia, por un lado es motivo de alegría ("he alcanzado un buen estado", "he recuperado el equilibrio", "me siento fortalecido"), por otro, puede suscitar temores sobre cómo seguirán las cosas sin esos encuentros.
No es buena idea dejar la psicoterapia sin que antes lo hablemos o abandonar sin mediar palabra, mensaje de texto o correo electrónico. Hablar de los motivos puede suponer un gran avance y sacar a la luz obstáculos reales o descubrir otras dificultades y emociones.
Por supuesto, siempre tienes el derecho y la oportunidad de decidir poner fin a la terapia, ya que ésta es voluntaria y merece la pena seguirla con convicción y creyendo en su eficacia.
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